Como muchas veces empezamos los artículos, primero de todo definiremos el concepto del que estamos tratando. ¿Qué es la obsolescencia programada?
Este término se define como la codificación de la vida útil de un producto, después de haber transcurrido un periodo ya predeterminado por la entidad que lo haya creado en el periodo de la misma fabricación. Esto provoca que el producto quede obsoleto, no utilizable o estropeado. Para conseguir esto, en algunas ocasiones incluso se incluye alguna característica dentro del producto para conseguir este efecto y que deje de funcionar pasado un tiempo, o un número aproximado de usos.
Una vez que ocurre esto, pueden pasar dos cosas: una es que hay piezas de recambio o forma alguna de arreglarlo, o que ya haya quedado totalmente anticuado, y que no sea posible su reposición y no hay más remedio que comprar un modelo superior; es a lo que llamamos la “obsolescencia indirecta”.
El objetivo principal, como es lógico, es el de generar más compras o más asiduidad de reemplazo en los productos para crear una adicción o hábito en la compra, y así generar cada vez más ventas, al fidelizar con esta técnica a los clientes. No persigue la calidad sino obtener más y más ventas.
La discusión fundamental de esto es que puede conllevar problemáticas medioambientales, al primarse más la producción indiscriminada usando y agotando recursos, que la optimización y durabilidad de ellos para poder conservar dichos recursos. Además de generar cada vez más y más residuos y basura que hace que se acumule y resulte difícil la reutilización de ello. Y otro problema es el de no tener en cuenta las necesidades y preferencias de los consumidores, siendo inducidas por las empresas para que renueven los productos sin importar nada más. Además, en los últimos años, se están usando a los países en vías de desarrollo como vertedero para dejar todos aquellos residuos de los productos ricos que han desechado o reemplazado los consumidores.
Este concepto se puede aplicar a la tecnología, donde es el caso más obvio y donde más se suele producir, hasta las mismas modas del sector textil, con nuevos colores, texturas, estampados… Creando un círculo de creación de prendas, consumo de las mismas y desecharlas, que cada vez se va acortando más, y creando ciclos más rápidos.
Ya han sido en numerosas ocasiones las muestras de descontento que se han producido entre activistas y personas que reivindican las mejoras en la calidad y los tiempos de duración de los productos. Aquí dejamos un documental que explica mejor este fenómeno, y cómo afecta a las personas esto:
Además de la esencial, la cual ya hemos descrito al inicio, existen otros mucho tipos, como son:
Si quieres saber más sobre este tipo de fenómenos, nuestro Especialista en Big Data, descubre todo esto y muchos más aspectos sobre cómo funciona y se aplica la tecnología en los productos.
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